Nada más terminada la Primera Guerra Púnica, Cartago tuvo que enfrentarse a un peligro aún mayor, pues rebelados sus propios mercenarios en el corazón de su territorio, ya no luchaba por mantener o ampliar sus posesiones más allá del mar, sino por su propia supervivencia. Amílcar Barca se erigió en este conflicto como protagonista principal de los hechos y salvador de su patria. Es además el episodio mejor documentado de su vida, donde se puede observar con mayor detalle sus habilidades como general.